Cornelia Hernández
Santo Domingo - República Dominicana


Segundo vuelo del águila

LA APERTURA FUE CELEBRADA
CON LA PRESENCIA DE SUS FAMILIARES



Ignacio Nova, Cornelia Hernández y Altagracia de Hernández.


El Centro Cultural Rodrigo de Bastidas y la Secretaría de Estado de Cultura dieron apoyo una vez más a la singular artista Cornelia Hernández, en la muestra de un repertorio de cuadros que plasman su sentir ante diversas etapas y creencias en su vida.
La apertura de la exposición fue inaugurada con la presencia de familiares que junto a Ignacio Nova, asesor de arte de la Secretaría de Estado de Cultura y responsable del Centro Cultural, auguraron éxito a la joven artista que dio los toques de sus primeras pinceladas en la Universidad Pedro Henríquez Ureña.
Ignacio Nova afirmó que el verdadero artista se reconoce en el asomo de un simple trazo, imprime su alma sin miramientos, de forma directa o evasiva, terminada o bullente, pero cierta. Tiene una personalidad llena, a la vez de sentimientos y contenidos fuertes, al tiempo que de una ternura contenida abiertamente femenina, busca el espacio y el tiempo para proyectarse verdaderamente.
Con la exposición, la pintora nos traslada a su mundo interior, aspectos vivísimos de la cultura que han dejado una huella de tristeza y esperanza que gotea traslúcida sin intermediaciones a la pintura que hoy apreciamos.
Cornelia, con sus dramas, rituales, tabúes y autopercepciones, experiencia onírica y simbólica, convence de que se acerca a la pintura por instinto de supervivencia, como razón esencial de su vida.

Obras expuestas

Clamando piedad, Aguila, El bufón y la máscaras, Opera, Después de una caricia, Renacer, Como si fuera ayer, Soñar danzando, Mujer de fuego; El espectro, señor de mis sueños; Despidiendo el pasado, Por el quinto sueño, Lo que vi en un árbol, Despertando el océano, Rapto de una cortesana, Cabalgando al paraíso, Extremaunción, El que es, En la espera, Complemento, Pase de pecho; Me quiere; no me quiere, Bodegón con sandia, Una tarde cualquiera, Camino al paraíso, Un pedacito de mar, y remolino.