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Roberto
Salcedo
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DN
Reanudará mercado de Villa Consuelo
En cuestión de días iniciarán de manera definitiva
los trabajos de terminación del mercado de Villa Consuelo, según
informó el sindico Roberto Salcedo, quien precisó que sólo
falta, por parte de Obras Públicas, un presupuesto de metalmecánica,
relativo a las vigas y techos que conformarán la estructura, que
no será demolida para su finalización.
Esta última institución gubernamental, que dirige Freddy
Pérez, es la que tiene a cargo los trabajos, mientras el cabildo
capitalino culminó la indemnización de los 44 buhoneros
que operaban en el entorno por un valor de 704 mil pesos.
Los aprestos para su reconstrucción fueron iniciados por Rafael
Suberví Bonilla en el 1990 y continuados por Rafael Corporán
de los Santos en 1994, en el último período de gobierno
de Joaquín Balaguer.
La presente gestión municipal encontró la obra en manos
de la Oficina Supervisora de Obras del Estado y en base a un acuerdo entre
Salcedo y OP, éstos se comprometieron a concluirla, tomando en
cuenta la urgencia que representaba el mismo para la comunidad. ''Lo último
que acordamos Obras Públicas y nosostros, que nos íbamos
a encargar del adescentamiento del entorno de la estructura para ellos
proceder a la obra civil'', explicó Salcedo, quien tiene bajo vigilancia
el área luego que procediera a limpiarlo.
Significó que hay mucho interés de concluir los trabajos
para los cuale identifican los recursos, cuyo monto no determinó,
sí especificó que el Cabildo hará un aporte. ''Será
en cuestión de días que se reanudarán los trabajos
definitivos'', puntualizó Salcedo.
Una odisea
De acuerdo con reseñas periódicas del año 90 acá,
se han hecho múltiples anuncios para la terminación de la
obra, que inicialmente tenía un costo de unos 17 millones de pesos,
más tarde se habló de 20 y, todavía no se sabe cuánto
costará.
Durante la gestión de Johnny Ventura, este puso como pretexto las
limitaciones económicas que confrontaba la sindicatura, aunque
prometió su terminación.
Tanto para los buhoneros como para los comerciantes, el centro de abastecimiento
se ha convertido en un clamor generalizado, porque hasta hace poco era
una guarida de delincuentes. La estructura fue utilizada como refugio
de 26 familias damnificadas del huracán Georges, quienes habitaron
el lugar de manera infrahumana.
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